martes, 26 de julio de 2011

DE MADRES Y BANDOS


Dando una vueltecita por el Facebook, he acabado planteándome algunas cuestiones….El diccionario de la lengua española define “madre” del siguiente modo: (Del lat. mater, -tris).
1. f. Hembra que ha parido.
2. f. Hembra respecto de su hijo o hijos
Y continúa con un sin fin de acepciones más que ahora no vienen al caso.


A estas alturas de la vida todos tenemos claro, o deberíamos tenerlo, lo que significa ser madres. Pero ¿existen bandos? ¿Somos madres pandilleras a lo Latin Kings y Ñetas? Recapitulo…

Por un lado me encuentro con el BANDO 1… El de las madres que poco tienen que ver con mi tipo de crianza, esas que no han dado el pecho, por simple elección, (dentro de este grupo están las que lo reconocen y las que se esconden detrás de mil argumentos de poco o ningún peso). Esas que aplican el Método Estivill (que conste que lo hacen por el bien de sus hijos), esas que dejan llorar a su prole para desarrollarle los pulmones, para evitar que se conviertan en criaturas déspotas y despiadadas (y lo hacen pensando en que es por el bien de sus hijos)…

Por otro lado me encuentro con el BANDO 2. El bando de la crianza con apego. Este es bastante más complejo… ¡dónde va a parar! Me permito analizar más detenidamente este bando, ya que me incluyo en éste, aunque con un SI PERO NO.
Estas madres se caracterizan por el teteo, el porteo, el colecho, la crianza respetuosa, y demás cosillas que aquí todas conocemos.

Mi mente se sigue enredando y voy más lejos… ¿El bando uno y el bando dos, tienen abierta una lucha entre ellos?

A menudo leo, vía facebook, vía foros de crianza/ porteo/lactancia… historias de un bando recriminando a otro.
El bando 1 acusa a las madres del bando 2 de “malcriar” a sus hijos, de estar criando a “pequeños budas”, se permiten el lujo de aconsejar a las madres del bando 2 sobre el momento del destete, sobre temas relacionados con la comida, con el sueño infantil…

En el bando 2, nos permitimos el lujo de CRITICAR a esas madres del bando 1, y lo hacemos con toda la seguridad de que nuestro estilo de crianza es el único correcto… “No he visto a nadie dando el pecho”, “deja llorar a su hijo”, “lo acuesta solo en su cama”...

¿Somos rivales? En el caso de que la respuesta sea afirmativa, ¿es esto positivo? ¿Es útil enzarzarnos verbalmente con aquellas madres que no comparten nuestro tipo de crianza? ¿Nuestro simple ejemplo puede cambiar el mundo? ¿Si basamos nuestra crianza en el respeto, no sería lógico actuar del mismo modo con todos los seres que integran esta sociedad?

Y mi mente sigue y sigue… ¿Respeto? ¿Cuánto? ¿A todas?


Las madres del bando 2 a menudo parecen Hadas mágicas sacadas de un cuento bucólico. Y me encantan, y las adoro, y las invoco cuando pierdo la calma. Sin ellas nunca sería lo que soy. La maternidad es preciosa, un regalo de las diosas que nos antecedieron.
¿Pero? ¿Nunca se enfadan, nunca gritan, nunca maldicen?… De vez en cuando subimos un post al foro, como el naufrago que lanza una botella al mar con un mensaje de S.O.S… “mi bebe no duerme”, “mi bebé no come”… Pero nunca un “me hace perder los nervios” “Hoy llegué a gritarle porque no se dormía” (…)

Las mamás del bando 2, a menudo se nos presentan con un traje inmaculado de madres amantes/semi-mártires… Y entonces mi mente se detiene, salta por los aires, y el sonido del choque de mi alma sobre mi taza de café me devuelve a mi trance. ¿Seré entonces una MALA MADRE?

¿Qué pasa con las madres que criamos con apego, pero nos preocupamos de nosotras mismas, al mismo tiempo? ¿Qué pasa con las que a pesar de poner todo nuestro empeño en ser buenas madres a veces perdemos los nervios? ¿Las que en alguna ocasión hemos tenido que recurrir a una “tranquilidad encapsulada” porque la crianza nos desborda? ¿Las que somos humanas y reconocemos nuestros fallos?
¿Existe dentro de un mismo bando, más bandos enfrentados?

¿SOY YO LA ÚNICA QUE ANDA ASI EN ESTE BANDO?

Cito un pequeño párrafo que leí hace poco en el blog “Tenemos tetas”:

“Ama tu historia, investiga lo que has olvidado, recorre de nuevo tu infancia, comprende de dónde nacen tus desdichas, reconcíliate con lo que has negado, ama, honra y sana tu estirpe femenina, la serie de matrioskas que útero tras útero ha llegado hasta ti. Tú eres la suma de todos tus ancestros, en el punto y el momento en que estás, y no podía haber sido de otra manera o no serías tú, única e irrepetible.”

Y me planteo… los úteros que me antecedieron son el origen de lo que soy. Pero también estoy segura de que todas las mujeres por el hecho de serlo estamos conectadas las unas a las otras. Somos parte del universo y compartimos su energía.
Puedo aprender de las madres que no comparten conmigo mi estilo, puedo aprender de las que si comparten.

Soy consciente de mi calidad de HUMANA IMPERFECTA, tengo debilidades, tengo defectos. Mi camino es el aprendizaje, la maternidad es la Universidad más seria de todas, pero no voy a ser yo quien me someta a exámenes y mucho menos dejaré que otras Universitarias imperfectas me examinen. No seré yo quien examine a otras compañeras, pues quiero confiar en la bondad de esas mujeres que hacen las cosas de manera distinta pensando en que es lo mejor para su prole.

Agradezco al UNIVERSO el ser parte del BANDO 2. Pido por la reconciliación de los bandos (sabiendo que así será), pido porque la verdad nos sane a todas (sabiendo que mis deseos son órdenes para el UNIVERSO), pido porque dejemos que sea el AMOR lo que nos guíe en nuestra crianza, en nuestras vidas (siendo consciente de que es lo JUSTO). Pido para que algún día pueda ocupar el lugar que dejó vacío la GRAN MATRIARCA de mi familia con su adiós eterno, siendo la loba de toda la tribu (sabiendo que este es mi camino).

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